Por Miguel Ángel Pichardo Reyes
El despertar espiritual tiene muchos caminos hacia la iluminación y la liberación. El Masaje Contemplativo del Tao Touch es una vía espiritual que se basa en el contacto compasivo, la contemplación somática, la respiración profunda y la regeneración energética. Distinto a un masaje spa, descontracturante, terapéutico o relajante, el Masaje Contemplativo toca el alma de la persona, brindándole paz espiritual, tranquilidad mental y bienestar físico.
Las visiones dualistas que han imperado en nuestra cultura han favorecido es desprecio espiritual del cuerpo, considerándolo una sustancia material opuesta a la espiritual. El Tao Touch plantea la sacralidad del cuerpo, de hecho, plantea que el cuerpo también es espiritual, o antes bien, el cuerpo es espíritu, se encuentra insuflado por la divinidad. De esta forma, el lugar del cuerpo en el Tao Touch es de suma importancia, ya que tocar el cuerpo es tocar el espíritu y el alma de la persona. No hay nada en el alma y el espíritu que no esté en el cuerpo.
Para el Tao Touch el cuerpo es una vía de acceso al espíritu. De hecho, es la vía regia de acceso al campo espiritual. El Tao Touch nos enseña la forma de tocar el espíritu y el alma en el cuerpo, pues no se trata de cualquier contacto, ni en cualquier parte del cuerpo. El cuerpo tiene su propia anatomía espiritual; una serie de puntos, centros y cerraduras de acceso a la energía espiritual y al alma de la persona.
En muchas tradiciones espirituales es conocido el planteamiento de que detrás de toda enfermedad o desequilibrio físico o mental se encuentra un problema espiritual. Y así como la medicina trata al cuerpo y la psicología a la mente, el espíritu necesita el contacto compasivo del Masaje Contemplativo Tao Touch. El Tao Touch aborda estas causas espirituales entendiéndolas como actitudes emocionales. Tanto en la Medicina Tradicional China como en la imposición de manos japonesa, estas actitudes emocionales explican muchos de los desequilibrios y enfermedades psicosomáticas.
El Tao Touch utiliza una serie de prácticas contemplativas sobre estas actitudes emocionales, la cuales, por otro lado, se encuentran en el inconsciente freudiano y se erigen como defensas psíquicas y corazas musculares, formando, de acuerdo a Wilhelm Reich, el carácter mórbido, la segunda naturaleza del ser humano. Estos desajustes bioenergéticos serán la fuente de una serie de síntomas psicofísicos y vinculares que generarán un estado de avidez de deseo, llevando a estados de sufrimiento existencial.
El Tao Touch abre un espacio para suspender las defensas, permitiendo contemplarlas para descubrir su verdadera naturaleza ilusoria, abonando el camino para la liberación de esas percepciones que gatillan el deseo: de ser aceptados, reconocidos, amados, valorados, respetados, etc. La avidez del deseo por “ser y tener” provienen de un falso Yo carente, que desde esa carencia enuncia un deseo con la esperanza de colmar el abismo existencial que yace en el centro del propio deseo.
En este sentido, el Tao Touch es un camino espiritual de liberación de todas las apariencias que nos atrapan en la avidez del deseo, entendiendo que estas apariencias no vienen de fuera, sino que son proyectadas hacia fuera desde el seno mismo de nuestras heridas caracteriales, las cuales se presentan como actitudes emocionales (enojo, tristeza, preocupación, pretensión, miedo).
El Tao Touch tiene la cualidad de abordar este sufrimiento espiritual proporcionando un bálsamo desde un contacto compasivo y contemplativo que brinda una experiencia espiritual hedonista de equilibrio, balance y ecuanimidad.
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